Pescador de profesión y anarquista de corazón, Lertxundi había tenido varios encuentros con las autoridades de Franco. En uno de ellos, antes del dramático final de su vida, en junio, un guardia municipal lo golpeó en la espalda con un garrote en la cabeza y lo dejó herido: hecho. Su crimen: graffiti. De allí lo llevaron de inmediato a la cárcel, y solo saldría de allí para morir.
Lo que sucedió dentro de los muros de Martutene ese día de Navidad de 1962 no se sabe con certeza, pero se puede intuir. También el motivo por el que fue "liberado": dentro de Vicente Lertxundi iba a quedar un torpe cadáver, porque es un hombre muy conocido en Donostia, sobre todo en el barrio de Gros, además de preso político.
Lertxundi apenas logró llegar a una casa cercana y no está claro si murió allí o si lograron llevarlo a la Residencia. De cualquier manera, era demasiado tarde para salvarle la vida. La versión oficial franquista decía que había sido atendido en la enfermería de la prisión por una indisposición; nada mas.
Se desconoce en este momento qué hará después de dejar el cargo. A la familia tampoco se le permitió publicar obituarios, aunque lograron encontrar una imprenta en Gros que testificaría de la muerte de Vicente y se arriesgaron a colgar esos obituarios hechos a mano en las rejas y paredes del barrio.
Estuvo en Txomin-Enea, frente a la antigua prisión de Martutene, donde la fundación Euskal Memoria lo recordó esta mañana, con un acto en el que recordó que la tortura ha sido una constante desde el franquismo hasta bien entrado el siglo, "independientemente de del color del gobierno estatal, durante la dictadura, la transición y la democracia ".
Entre los 5.657 casos ya registrados por Euskal Memoria durante las últimas siete décadas hay catorce víctimas mortales, recuerda Egiari Zor. Se trata de personas que murieron durante o como consecuencia de la tortura, como es el caso de Lertxundi, a quien la fundación y la familia dan visibilidad con este acto público, que recuerda de paso que aún está pendiente su esclarecimiento.
Vicente Lertxundi, víctima de la brutalidad de Franco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario