Maquis (guerrilla antifranquista) guerrilleros antifascistas de resistencia en España.

El XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero
En el bando republicano pronto se toma conciencia de las posibilidades que ofrece una guerra de guerrillas en la retaguardia enemiga. La idea fructifica en la creación, a iniciativa de Juan Negrín, a la sazón jefe del Gobierno y ministro de Defensa, del XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero en octubre de 1937. Este nombre era el utilizado para el ejército republicano vasco hasta el desmoronamiento del frente del norte. Los objetivos de este cuerpo a corto plazo eran la interrupción de las comunicaciones y suministros tras las líneas enemigas y la realización de operaciones especiales. A largo plazo, se contemplaba la continuación de la guerra contra el franquismo en caso de derrota en los frentes convencionales. Al final de la guerra, había actuado en los frentes de Teruel, Andalucía, Extremadura y Toledo. La acción puntual de mayor envergadura fue la liberación, el 23 de Mayo de 1938, de 300 prisioneros políticos asturianos en Fuerte Carchuna (Granada). A lo largo de 1938 y 1939 aglutinó a muchos de los huidos en Andalucía y Extremadura; sin embargo, no lo consiguió en las zonas donde los contingentes eran mayores, esto es, León, Asturias, Galicia y Cantabria. La derrota republicana conllevó la desaparición del cuerpo. Cientos de miles de soldados republicanos y población civil pasaron la frontera francesa ante el avance franquista en Cataluña. Una vez en Francia, fueron recluidos en campos de concentración por las autoridades galas. En total había 22 campos en Francia: Barcarès, Agda, Saint-Cy.prien, Argelès-sur-Mer, Berck Plage, Montpellier Chapallete, Fort-Mahon-Plage, Tour de Carol, Septfonds, Baste les Foages, Bram, Haros, Gurs, Vernet d'Ariège, Rivesaltes, el castillo templario de Colliure utilizado como prisión, Rieucros y, en el norte de África, Camp Morand, Meridja, Djelfa, Hadjerat-OM'Guil y Ain-el-Curak. En estos campos comienzan a reorganizarse las fuerzas políticas antifranquistas. En el campo de Argelès-sur-Mer tienen lugar una serie de reuniones, en las que participan el Partido Comunista de España (PCE) y las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), que culminan en octubre de 1940 con la decisión de organizar la acción antifascista en la Francia no ocupada, junto con los franceses, contra los ocupantes y el gobierno títere de Vichy.
La resistencia
El 11 de octubre de 1940 el gobierno de Vichy pone en marcha las Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE), que permitieron la salida de los campos a los prisioneros con destino a las fábricas, respondiendo a las necesidades económicas del momento. Esto aumentó las posibilidades de fuga. Poco después se instaura el Servicio del Trabajo Obligatorio (STO) para los franceses, con similares objetivos: proporcionar mano de obra a las fábricas de armamento y también a las obras de fortificación del Muro Atlántico.
Comienzan a organizarse en las montañas campamentos de jóvenes que huyen del STO. A estos mismos emplazamientos confluyen los españoles escapados de las CTE, engrosando las filas de la Resistencia. Ésta no se conformará a partir de los despojos del derrotado ejército francés, sino que, por el contrario, tendrá un carácter civil antes que militar. Es en este momento cuando se empieza a utilizar la palabra maquis para referirse a los campamentos, en tanto que para sus ocupantes se utilizará maquisards.
Federación de Guerrillas de León-Galicia
A lo largo de 1943 la Federación resultaría bastante castigada en los diversos enfrentamientos que mantuvo con fuerzas de la Guardia Civil, la Policía Armada y el Ejército. El 1 de abril editaron el primer número de El Guerrillero, órgano de expresión de la Federación que alcanzaría en ediciones posteriores una tirada de trescientos ejemplares, imprimidos clandestinamente en Santalla del Bierzo (El Bierzo-León). Hasta este año, en que nace el Comité de Milicias Antifascistas de Asturias, era la única organización guerrillera en toda España. En el resto del país la actividad guerrillera la protagonizaban partidas de menor entidad organizativa. A partir de 1944 la creciente influencia comunista imprimiría un giro a la marcha de la Federación, orientándola hacia actividades de carácter más ofensivo. En 1945 se transformará en la IV Agrupación Guerrillera.
Su actividad estuvo presente en los montes de León, oriente de las provincias gallegas, zona de El Bierzo y la Sanabria zamorana. Famosos guerrilleros fueron Manuel Girón, el anarquista Marcelino de la Parra y Ramón Rodríguez Varela.
La invasión del valle de Arán
La operación más espectacular del maquis español es la entrada en España de entre 4000 y 7000 guerrilleros por el Valle de Arán y otras zonas del Pirineo, bien equipados y con armamento pesado, el 19 de octubre de 1944, cuando la Wehrmacht ya había sido desalojada del sur de Francia. Fue denominada Operación Reconquista de España.
La operación Reconquista de España fue planeada por el Estado Mayor de la AGE. Para efectuar la invasión se creó la División 204ª, formada por 12 brigadas. Como responsable militar de la misma se nombró a Vicente López Tovar.
El objetivo de esta ofensiva era la conquista del sector de territorio español comprendido entre los ríos Cinca y Segre y la frontera francesa. Posteriormente se declararía la zona conquistada bajo el gobierno de la República, por entonces en el exilio, para provocar un levantamiento general en toda España contra Franco. Hipotéticamente, ello obligaría a intervenir a los aliados para liberar España al igual que estaban liberando el resto de Europa.
El ataque principal por el valle de Arán se vio complementado por operaciones de distracción en otros valles pirenaicos durante las semanas previas, con objeto de distraer fuerzas enemigas. Además debían evaluar la situación en el interior y contactar con grupos de huidos. Los puntos más importantes de penetración a lo largo de la cadena montañosa fueron Roncesvalles, Roncal, Hecho, Canfranc, Arán, Andorra y Cerdaña, si bien hubo operaciones menores en otros puntos.
Las ofensivas fueron repelidas por un gran número de efectivos que el gobierno de Franco trasladó a la zona, compuesto por guardias civiles, policía armada y batallones del ejército de toda la región militar.
El ejército guerrillero logró conquistar varios pueblos y aldeas, alzando la bandera republicana, llevando a cabo mítines antifranquistas en las plazas y controlando durante días parte de la frontera por donde entraron camiones con material y refuerzos. Sin embargo fracasó en la toma de Viella, principal objetivo de la operación, y finalmente, desbordados por la desventaja numérica y material, comenzaron la retirada. El repliegue concluyó el 28 de octubre, cuando los últimos combatientes rebasaron la frontera, sin haber llegado a ver el esperado levantamiento.
Las agrupaciones guerrilleras
Pese al descalabro de Arán en 1944, la moral del exilio español no decayó, dado que todo aún parecía posible en un contexto internacional de derrumbe generalizado del fascismo. A lo largo y ancho de la geografía española se produce un significativo incremento en la actividad guerrillera, propiciado por la incorporación de nuevos contingentes a través de la frontera y la reorganización de las partidas, que adquieren estructuras más militarizadas.
El PCE, desde el exilio, promovió la creación de las Agrupaciones Guerrilleras, en diversas zonas geográficas, coordinando las acciones entre ellas. Tomó como modelo la Federación de Guerrillas de León-Galicia, primera organización guerrillera de la posguerra, ya operativa desde los primeros años. La más activa fue la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), que actuó en la zona comprendida entre el sur de Teruel, interior de Castellón y el norte de Cuenca.
En 1948 el PCE cambia de estrategia y, a instancias de Stalin, renuncia a la lucha guerrillera. Ello supone el declive de las agrupaciones, ya muy castigadas por la represión. Las Agrupaciones Guerrilleras pasan a denominarse Comités de Resistencia. La nueva orientación, sin embargo, no se hace efectiva sobre el terreno y, finalmente, la evacuación general es decretada en 1952. Esta evacuación afecta, fundamentalmente, a la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), con la que el PCE mantuvo una relación predilecta, mientras que otras organizaciones como la Centro - Sur, a partir de 1948, no recibieron ni siquiera ayuda para llegar a Francia.
La guerrilla urbana
A partir de 1944 el Partido Comunista de España y el Movimiento Libertario organizaron grupos de guerrilla urbana para combatir a la dictadura franquista y así superar la principal rémora de la guerrilla rural: su relativamente escasa repercusión política y propagandística ya que, dado el control de los medios de comunicación que ejercía el régimen franquista, sólo era conocida por los habitantes de las aldeas y de los pueblos del área donde actuaba. Sin embargo, su importancia fue mucho menor que la del maquis propiamente dicho ya que se redujo a pequeños grupos comunistas y anarquistas que actuaron fundamentalmente en Madrid y en Barcelona, aunque en el caso de la capital catalana sus acciones se prolongaron hasta enero de 1960, ocho años después de que hubiera dejado de actuar la guerrilla rural —en Madrid, en cambio, sólo duró tres años, de 1945 a 1947—. También hubo grupos que actuaron, aunque por poco tiempo, en Valencia, Bilbao, Granada y León. Por otro lado, como ha destacado Secundino Serrano, «el descalabro de la resistencia en las ciudades determinará en parte el fracaso de la guerrilla antifranquista en su conjunto».
El final de los últimos maquis
El declive y desaparición del maquis español se debió a diversos factores. Por un lado, el devenir del contexto internacional, que conforme viraba hacia la Guerra Fría fue haciendo evidente que no se podía contar con la intervención extranjera en la lucha contra la Dictadura. En este contexto se produce el cambio de estrategia del PCE, que abandona la vía guerrillera, suspendiendo el apoyo a las partidas. Pero el PCE no se limitó a suspender la ayuda táctica y estratégica a sus partidas guerrilleras, llegando incluso al asesinato de los jefes guerrilleros que se negaron a dejar el monte. Desde entonces las organizaciones anarquistas concentraron el máximo número de guerrilleros e infraestructura.
Por otro, la acción de las fuerzas en pugna fue generando un enorme desgaste en la población de las zonas guerrilleras. La falta de recursos en las partidas llevó a éstas al robo de lo necesario para su sustento y manutención (ganado, alimentos, prendas de abrigo...), incluso al asesinato de lugareños que ante los expolios les amenazan con denunciarles. Las diferentes tácticas represivas por parte de las fuerzas de orden público de la Dictadura iban desde las batidas a la utilización de "contrapartidas" guerrilleras para desenmascarar a los enlaces o la tierra quemada que pusieron en práctica en el Maestrazgo. Ello supuso el despoblamiento de amplias zonas de montaña, rentos y masías donde los guerrilleros encontraban apoyo, lo que privó a la guerrilla de su sustento. El uso de la tortura por las fuerzas represoras fue una práctica habitual en los interrogatorios.
El bloqueo informativo fue total. Por esta razón fuera de las áreas afectadas prácticamente se desconocían las actividades del maquis. En las escasas ocasiones en que aparecieron noticias en la prensa, éstas siempre se refirieron a los guerrilleros con el nombre de bandoleros, a fin de despojar sus acciones de sentido político.
Poco a poco los guerrilleros se fueron quedando solos. En los últimos años se produjeron intentos de pasar a Francia para escapar del cerco. Las detenciones se sucedieron en estos últimos tiempos. Muchos guerrilleros y colaboradores fueron juzgados sumariamente y fusilados o encarcelados. Otros murieron a manos de la guardia civil en aplicación de la Ley de fugas.
Aunque el periodo de mayor actividad guerrillera comprende desde 1938 hasta comienzos de la década de los 50, algunas partidas continúan en pie de guerra, cada vez más acorralados. El final lo marcan las muertes a balazos del militante de la CNT Quico Sabaté en el 60; Ramón Vila Capdevila Caracremada, en el 63, ambos en Cataluña, y José Castro Veiga Piloto, en Galicia en marzo del 65. Hacia 1963 Julio Álvarez del Vayo intentó continuar la actividad de la guerrilla con el Frente Español de Liberación Nacional (FELN), grupo encabezado por él mismo, pero su iniciativa no tuvo éxito.
Manuela la Parrillera, la maquis que lo perdió todo menos su espíritu rebelde.
La guerrillera cordobesa Manuela Díaz Cabezas, la Parrillera.
Archivo Francisco Moreno Gómez
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