El partido solicitó ese mismo año 1977 su legalización mediante la inscripción en el Registro de Partidos Políticos, pero el Ministerio del Interior denegó finalmente la inscripción, sugiriendo extraoficialmente que debería modificar sus estatutos eliminando o disimulando las referencias a su objetivo de independencia para el País Vasco. HASI se negó siempre a realizar tal modificación, a diferencia de EIA, el partido que era todavía líder de la izquierda abertzale.
Creación de Herri Batasuna
La Mesa de Alsasua
En menos de un año la cambiante situación de la izquierda nacionalista vasca dio un vuelco a favor del nuevo partido. El trabajo conjunto en la Mesa de Alsasua, organizada en torno a la denominada Alternativa KAS, propició la formación de nuevas alianzas. Cada uno de los partidos participantes formuló una propuesta organizativa. La de HASI consistía en formar una coalición con una dirección unificada formada por representantes de los partidos integrantes y por independientes, que tomaría decisiones vinculantes por mayoría absoluta. Dicha «unidad popular» participaría tanto en la actividad institucional como en movilizaciones callejeras. Su programa debería ser moderado y no se identificaría con la «lucha armada» (lo cual era muy diferente a pedir que se censurase tal medio de lucha). La coalición nacionalista formaría una alianza con los partidos de extrema izquierda.
Su organización permitió formar la coalición Herri Batasuna, de la que HASI fue miembro fundador. En el rincón se puede identificar a Txomin Ziluaga, responsable de relaciones exteriores de HASI. Como resultado de ello, el 27 de abril de 1978 se creó la heterogénea coalición Herri Batasuna (HB), nombre traducible como «Unidad Popular», formada por HASI, Langile Abertzale Iraultzaileen Alderdia (LAIA), Acción Nacionalista Vasca (ANV) y Partido Socialista Vasco (ESB-PSV). Los dos primeros partidos habían pedido la abstención en las elecciones de 1977; mientras que los dos últimos, más moderados, habían participado en el proceso con decepcionantes resultados. Solo quedaron al margen EIA, cada vez más comprometido en la aprobación de un estatuto de autonomía para el País Vasco, y ESEI, cuya participación en la Mesa fue rechazada. Además, por estas mismas fechas, LAIA propuso oficialmente a HASI la fusión en un nuevo partido que dirigiera a la izquierda abertzale. El proyecto de convergencia se barajaría por ambos partidos durante un tiempo. En mayo de 1978 se celebró el I Congreso constituyente de HASI. Durante el mismo, los asistentes cesaron a gran parte de la antigua dirección debido al choque entre las dos posturas predominantes respecto a su relación con la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS). Las bases, al igual que ETA militar, concebían KAS como el Bloque Dirigente donde cada integrante de KAS tendría asignada su función. Sin embargo, la mayor parte de la Dirección, de tendencia eurocomunista, consideraba a KAS única y exclusivamente como un marco de acuerdos preferenciales; es decir, que cada organización integrante podría tomar sus propias decisiones si dentro de KAS no se alcanzaban acuerdos. Varios de estos antiguos dirigentes de HASI, encabezados por el propio Alberto Figueroa, abandonaron el partido y formaron el colectivo Euskal Kidego Iraultzaile Abertzalea (EKIA), que acabaría más tarde integrándose en Euskadiko Ezkerra (EE). Según su versión, en dicha asamblea hubo un auténtico golpe de mano contra la dirección orquestado por ETA militar, postura respaldada por algunos historiadores que atribuyen tal estrategia a Argala. En septiembre de 1978 se celebró la segunda fase del I Congreso en Lequeitio, donde Santiago Brouard fue elegido presidente y Txomin Ziluaga, secretario general.
PRIMEROS PASOS HB La primera decisión importante que hubo de afrontar Herri Batasuna fue adoptar una postura común ante el referéndum convocado para el 6 de diciembre de 1978 con el fin de ratificar el proyecto de nueva constitución. La posición negativa de HASI estaba fuera de dudas dada su naturaleza revolucionaria y las decisiones adoptadas por KAS. Sin embargo, otros partidos de la coalición, como Acción Nacionalista Vasca (ANV), habían mantenido posiciones más favorables a la negociación con otras fuerzas. La exclusión de Navarra de una eventual autonomía vasca (al menos en primera instancia), acabó por unificar las posiciones, y HB apoyó el voto negativo en la consulta, posición en la que coincidió con EIA, el partido patrocinado por ETA (pm), y, por razones opuestas, con la extrema derecha franquista. Pese a ello, el voto afirmativo fue claramente mayoritario en el País Vasco y Navarra, si bien en menor proporción que en el resto de España.
Bandera de Herri Batasuna.
HASI fue fundador de la coalición y ayudó a que la KAS la controlara. Más complicado fue abordar el espinoso asunto de la participación en las elecciones a distintas instituciones que se habrían de celebrar en 1979: nuevas elecciones a las Cortes Generales y primeras elecciones municipales, a diputaciones forales, a juntas generales vascas y al parlamento navarro. La postura inicial de ETA (m), KAS, HASI y la mayoría de «independientes» era mantener el abstencionismo que EHAS (el partido antecesor de HASI) ya había sostenido en las elecciones de 1977 con pobres resultados, pues consideraban que el nuevo régimen constitucional era una mera prolongación del franquismo. Sin embargo, los otros tres partidos presentes en Herri Batasuna y algunos destacados «independientes», como el navarro Patxi Zabaleta, eran firmes partidarios de la participación crítica en las instituciones. Por otro lado, HASI era consciente de que la abstención significaba dejar el campo libre a su gran rival, EIA, el aliado de ETA (p-m), para entonces ya muy involucrado en la aprobación de un estatuto de autonomía para el País Vasco. Finalmente se llegó a una precaria y contradictoria solución intermedia: la coalición participaría en todos los procesos electorales, pero sus candidatos electos sólo tomarían posesión y desempeñarían sus cargos en las instituciones forales navarras y en los ayuntamientos, boicoteando las instituciones propias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.El acuerdo se demostraría conflictivo a medio plazo. La coalición independentista tuvo un inesperado éxito en las elecciones legislativas de marzo de 1979, en las que obtuvo tres diputados y un senador por el País Vasco. Aunque fue superada por el Partido Nacionalista Vasco (7 diputados), Partido Socialista de Euskadi-PSOE y Unión de Centro Democrático, batió ampliamente a su más directo rival en el nacionalismo de izquierdas, Euskadiko Ezkerra, que sólo consiguió un diputado. Las elecciones municipales y forales del mes siguiente confirmaron la nueva correlación de fuerzas.
Pugna con EIA Durante los años de la transición, y tras el giro dado por HASI en su I Congreso, existió una dura y sorda pugna entre HASI y EIA por el predominio en la izquierda nacionalista vasca, contando el primero con el apoyo de ETA militar y el segundo con el de ETA político militar. El trasvase de militantes entre ambos partidos y entre sus respectivas coaliciones, Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra, fue constante, como en el caso de los ex-dirigentes de HASI ya mencionados o en el del diputado Francisco Letamendía. La lucha se extendió a diversos frentes en un combate que Mario Onaindia describiría como una «partida de ajedrez» jugada entre él mismo y Argala. El conflicto se extendió al sindicato Langile Abertzaleen Batzordeak (LAB), creado en 1977 e integrante de la Koordinadora Abertzale Sozialista. En 1978, EIA tenía mayoría en la Secretaría Nacional de LAB y consiguió imponer el abandono de KAS y la participación en la negociación de convenios colectivos. Sin embargo, al estar cada vez más centrado en la participación institucional, fue perdiendo terreno en el sindicato frente a la actividad de los militantes de HASI. En abril de 1980, cada facción del sindicato celebró su propio congreso, evidenciando la ruptura. El sector afín a EIA, ya minoritario, optó por unirse a ELA-STV, el sindicato próximo al Partido Nacionalista Vasco. Los partidarios de HASI, respaldados por el líder sindical y miembro de Herri Batasuna Jon Idígoras, conservaron las siglas y la organización del sindicato. Unos meses más tarde, LAB se reintegraba en KAS. Otro foco de conflicto fue el diario Egin, de tendencia nacionalista y progresista e inicialmente plural. La competencia de otros medios, y particularmente de Deia, vinculado al PNV, le ocasionó problemas financieros que exigían una ampliación de capital para su supervivencia. Ello dio lugar a aportaciones económicas de ambos bandos con el objetivo de controlar el periódico. Una vez más HASI fue más eficaz y el diario adoptó a partir de diciembre de 1978 una línea informativa afín a HB, silenciando paulatinamente las voces no sólo de , sino también de ESB-PSV, LAIA y ANV. La cobertura informativa de Egin fue determinante para el triunfo electoral de Herri Batasuna sobre Euskadiko Ezkerra.
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